Etiqueta: Autoregulación

  • No le pegues a tu perro

    Últimamente, mientras paseo a mis perros, veo cómo la gran mayoría de los dueños de perros, al mínimo ladrido de sus mascotas, les dan un tirón de correa, un toque físico -ya sea con la mano o el pie- o se ponen a gritarles y regañarles por una conducta que ellos mismos interpretan como inadecuada, obviando que los perros no son seres humanos, y que cuando marcan, ladran o se «tiran» a saludar a otro perro, no lo hacen por joder sino porque es la forma que tienen de comunicarse entre ellos.

    Estas reacciones de los dueños, además de desproporcionadas, me parecen una absoluta proyección de su estado interno frente a la conducta de sus mascotas.

    Un dueño que le pega a su perro por ladrar, no le está golpeando porque ladrar esté mal y no se deba hacer, le golpea como una forma de proyectar en el pobre perro toda aquello que sus ladridos le generan y que no sabe gestionar. Dígase rabia, frustración, vergüenza, impotencia, cansancio, etc.

    Por si no ha quedado claro, si le pegas a tu perro no lo haces porque se porte mal, lo haces porque eres incapaz de gestionar aquello que te pasa ante la conducta de tu perro.

    Si tienes una mascota y quieres mejorar tu relación con ella, te recomiendo buscar etólogos, adiestradores caninos, nutricionistas y veterinarios que se preocupen por entender de comunicación canina. Hay decenas de ellos que suben contenido de calidad a redes, y no te llevará más de 20 minutos diarios durante una semana adquirir nociones de comunicación canina -sobre todo postura corporal- y ejercicios de adiestramiento.

    Hay decenas de educadores. Mejorar la relación con tu mascota depende de ti.

    Esto es extrapolable a las relaciones personales. No respondes de forma reactiva ante otra persona porque sea un idiota, respondes reactivamente como reflejo de tu dificultad emocional de gestionar esa situación y responsabilizarte de todo aquello que te pasa con la conducta del otro.

    Es algo simple en la teoría y difícil en la práctica, aunque cuanto más practicas más sencillo se torna.

    Cuida tus vínculos más cercanos.

    Un fuerte abrazo.

  • Sobre el dinero

    La relación con el dinero es en el fondo una relación con uno mismo. También es una espada de doble filo.

    Desde que trabajo he aumentado mis ingresos notablemente con esfuerzo, con sacrificio y trabajo constante. Y sigo trabajando para vivir en la abundancia que deseo.

    En todos estos años he podido observar cómo la relación con el dinero es una relación conmigo mismo. Crecer junto al dinero es crecer conmigo, porque cuanto más crezco yo personalmente, más adecuadas son las decisiones que tomo, y esto se refleja tanto en mi salud financiera como en cualquier otro tipo de relación que establezca en mi vida.

    Es fácil caer en la trampa de medir el valor personal en función del dinero que se posea. Lo digo porque me ha pasado.

    Digo que es fácil porque cuanto más dinero tengas, más gustos podrás darte. Aquí es donde entra el trabajo personal que requiere tener ingresos.

    Recibir dinero es despertar nuestras pasiones y deseos más profundos. Lo que he podido observar en las personas de mi alrededor es que recibir la nómina (o cualquier ingreso) significa, además de pagar los gastos fijos pertinentes, una oportunidad de «darme el gustito que tanto deseo».

    Cada uno nos lo vendemos de una forma distinta. Sin embargo casi siempre es así. Es como si el dinero nos quemara las manos y fuera una necesidad gastarlo.

    ¿Qué ocurre si resistimos esas tentaciones? ¿Qué pasaría si trazamos una estrategia para conseguir nuestros deseos? Pues es aquí donde entra el trabajo personal que requiere ser autosolvente.

    Es un trabajo de tener la mente fría, de gestionar la frustración y la ansiedad de querer tener ya eso que tanto deseamos, así como errar en múltiples ocasiones para aprender y hacer las cosas diferentes en el futuro.

    Es un trabajo bonito que se puede extrapolar a cualquier ámbito de nuestras vidas. La relación con la pareja, con uno mismo, con una mascota, un familiar, un amigo, etc.

    Lo mejor creo que es siempre abrazar el proceso y entregarse a aprender. Hay errores los cuales tenemos que cometer para seguir aprendiendo, vivir en nuestras carnes aquello de lo que todo el mundo nos advirtió y seguir progresando.

    Esto es todo por hoy,

    Un abrazo.