Hay cosas que se describen con pocas palabras. El concepto de impecabilidad es una de esas cosas.
En mis años de formación Gestáltica hice un taller llamado El guerrero interior, impartido por Rosa Creixell y Marián Quintillà, donde me encontré con el concepto de la impecabilidad, algo que llevaba haciendo toda mi vida pero que no fui consciente hasta ese momento.
La impecabilidad no es más que actuar desde lo que tienes, con lo que eres aquí y ahora.
Es decir, si tú ahora estás en tu 70% habitual, actúa desde ahí y no te exijas más que eso, porque con lo que eres en ese momento es más que suficiente.
Qué liberador. Con lo que eres aquí y ahora es más que suficiente. Eres suficiente así como eres.
La verdad que es un término que mola mazo, yo cuando nadaba lo usaba muchísimo. Si había entrenos en los que me encontraba fatal, al 10%, daba mi 10% y me centraba en trabajar sobre ese rendimiento, pues con eso ya estaba dando el 100% que tenía disponible en ese momento para entrenar.
Lo guay está en que actuar desde la impecabilidad es un acto de humildad hacia uno mismo. Es dejar de lado el sentimiento de insuficiencia por saber que puedo hacer las cosas mejor de lo que lo estoy haciendo, y centrarme en hacerlas lo mejor posible en este preciso momento.
La impecabilidad no es excluyente, y que ahora dé mi 10% no significa que en otros momento haya dado mi 90% o pueda dar mi 100% en un futuro. La impecabilidad incluye y me ayuda a reconocer mi estado actual, y a respetarme en aquello que me pase.
Si estoy con mil cosas en mente, ya sea exámenes, trabajo, asuntos familiares, entrenos, etc. Actuaré lo mejor que pueda en esas circunstancias, independientemente de los resultados. Y cuando no tenga nada de eso, seguiré actuando lo mejor que pueda desde aquellas circunstancias que esté viviendo, y los resultados siempre serán diferentes.
Recuerdo el taller que hice con mucho cariño, fue un taller del que a día de hoy sigo aprendiendo, y el cual me ayudó a encajar aquellas piezas del puzle que todavía no tenía acomodadas.
Con esto y un bizcocho no me enrollo más.
Gracias por leer.